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Paul McCartney: “He soñado que los Beatles volvemos a estar juntos”
Por Claudio Vergara
La Tercera
17 MAR 2019
La figura viva más influyente de la música popular vuelve a Chile este miércoles 20 y habla con Culto de sus mejores recuerdos en The Beatles, de por qué nunca quisieron reunirse, de su visión en torno al agitado mundo actual y de lo que sucederá con su legado cuando ya no esté: “Seremos recordados como la mejor banda de todos los tiempos”.
Suena el teléfono. Sir Paul está llamando. “¡Hola! Esta es una llamada de Inglaterra. La estabas esperando. Justo voy manejando, así que espero que la señal (de celular) se mantenga”, dice el músico al contactarse directamente con Culto, sin intermediarios, saludando como un hijo de vecino; quizás como una forma de comprender que cualquiera que esté al otro lado de la línea batalla contra los nervios al enfrentar por unos minutos no sólo a uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos, sino que también a uno de los personajes más significativos del siglo XX.
Pero el inglés no sólo es un héroe atado al pasado. Al hombre que escribió “Yesterday” hace años le llegó el momento de traer el ayer a sus días de adultez. Después del asesinato de John Lennon en 1980 y de la muerte de George Harrison cerca de dos décadas después, en 2001, el nuevo milenio hermanó a Paul y Ringo como los únicos sobrevivientes capaces de contar y preservar la historia de The Beatles. Aunque bajo una diferencia: McCartney estuvo ahí desde el Big Bang del conjunto en Liverpool y se transformó en la otra mitad de la dupla creativa que dio vida a la parte fundamental de su discografía.
Por eso, en los últimos años ha montado giras globales en cuyos shows viaja por casi todos los capítulos de los Fab Four, desde sus inicios empapados en anfetaminas en Hamburgo, hasta el despegue de traje y corbata en Londres, el éxtasis planetario de la Beatlemanía, los trances alucinógenos, el trauma de la ruptura, e incluso los días en que la vida los separó para siempre, con sentidos homenajes a sus dos camaradas ya fallecidos.
De eso se trata el tour Freshen up, iniciado el año pasado y que retoma su ruta este miércoles 20 en el Estadio Nacional, en su cuarta visita luego de 1993, 2011 y el doblete de 2014 en el Movistar Arena. A los 76 años, ya en el último tramo de su existencia, Macca quiere extender su herencia por todas las latitudes posibles. “Cada vez que hemos estado en Santiago, todos lo han disfrutado mucho. Siempre pasamos un rato genial: el equipo, mi banda y yo. Así que siempre ha sido fabuloso, los fans chilenos son fantásticos y espero tener una fiesta con ellos”, promete.
En sus últimos recitales, Paul interpreta un promedio de 40 temas. Están los éxitos de su banda setentera Wings, uno que otro bocado de su vida en solitario, pero luego aparece lo inevitable. La mitad de su repertorio gira en torno a sus años en The Beatles, con algunas canciones que tocaron muchísimas veces en la primera mitad de los 60, como “Love me do”, “A hard day’s night”, “All my loving” o “From me to you”; pero la mayoría abrumadora son aquellas que nunca llegaron a cantar frente a una audiencia, como efecto de su adiós a las giras en 1966 ante el desenfreno de sus seguidoras, como “Eleanor Rigby”, “Back in the U.S.S.R.”, “Let it be”, “Lady Madonna”, “Helter skelter” y sorpresivamente algunas que son obra 100% de Lennon, como “Being for the benefit of Mr. Kite!”.
–¿Qué siente cuando hoy canta temas que nunca pudo interpretar en vivo con John, George y Ringo?
-Es genial, por la sencilla razón de que por eso fue que lo hicimos, porque me di cuenta de que nunca las habíamos tocado en vivo antes. Simplemente las escribimos, las grabamos, pero nunca pudimos mostrarlas en un escenario. Me parece que es bueno hacerlo. Es un poco atemorizante, porque algunas son un tanto difíciles. “Mr. Kite”, por ejemplo, es muy difícil de cantar y de tocar el bajo al mismo tiempo. Así que por un tiempo pensé: ‘No, no voy a hacerlo, ¿quién necesita meterse en tantos problemas?’. Pero luego me dije: ‘¿Sabes qué? Es un reto’. Así que intenté aprenderlas y logré hacerlo. Me resulta emocionante hacerlo ahora, justamente porque nunca las toqué con los Beatles. Es muy divertido.
–Cuando mira su historia en el grupo, ¿su gran dolor fue quizás no haber hecho más shows para tocar estos temas?
-No, realmente no, porque tocamos tantas canciones juntos. Fue genial e igualmente con mi banda de ahora sólo tocamos algunas de esas canciones. Hay otro millón que nunca llegué a tocar con los Beatles. Pero simplemente pienso en todos los buenos momentos en los que tocamos juntos, en tantas canciones que hicimos a lo largo de los años. Recuerdo esos momentos. No me preocupo por los temas que no tocamos.
–A fines de enero se cumplieron 50 años del legendario concierto en la azotea del edificio Apple. ¿Pensaron en ese instante que nunca más iban a estar juntos en un escenario?
-No, realmente no. No nos dimos cuenta de que era la última vez. No pensamos tampoco en que se convertiría en un espectáculo tan icónico. Justamente porque también pensamos en cientos de ideas locas para tocar: queríamos estar en el océano, en el medio de la nada, o también pensamos en un anfiteatro de Marruecos. Tuvimos miles de ideas, pero no le gustaron a nadie. Todas parecían muy difíciles. Así que al final dijimos: ‘Vamos a montarnos en un techo a tocar’. Y la idea más sencilla se convirtió en la más icónica. Es lo que muchos han copiado desde entonces. Tengo muy buenos recuerdos de ese show, porque finalmente son recuerdos de los Beatles. Cada vez que estábamos juntos se generaba algo especial, y no fue un largo tiempo, pero fue bastante intenso. Estuvimos en Hamburgo, Liverpool, Inglaterra, Europa, Estados Unidos. Así que estar en el techo fue genial, porque cuando miro la grabación se ve que era muy difícil para nosotros romper como banda. Aún tocábamos increíble. Respondíamos a los instrumentos del otro. Fue un momento muy especial y por eso se ve tan bien.
–En los 70 se siguieron viendo. Usted visitó varias veces a John en su departamento en Nueva York y tocó con Ringo en su disco homónimo de 1973. ¿Existió alguna oportunidad concreta en que pensaron volver como grupo?
-No. Recibimos muchas ofertas, pero una vez que nos separamos dijimos: ‘Es mejor que no intentemos hacer esto de nuevo. Es mejor si lo dejamos así’. Así que acordamos en seguir tal filosofía, eso fue lo que hicimos.
–Si John y George aún estuvieran aquí, ¿cree que los Beatles se hubieran juntado en la adultez?
-Sabes, en la única ocasión que nos reunimos fue para “Free as a bird”, cuando tomamos los demos de los casetes de John e hicimos una canción juntos (N. de la R.: un tema grabado en los 90 por los tres Beatles sobrevivientes con antiguas cintas de Lennon). Fue genial. Esa era la clase de ‘reunión’ en el estudio por la que nos habíamos juntado desde un principio: para hacer esa clase de cosas. Y luego también grabamos “Real Love”. Pero eso fue lo más cerca que llegamos a estar de un regreso. Hubo gente que nos ofreció un millón de dólares y más por tocar una única vez, pero nunca quisimos hacerlo. Compusimos tantas canciones, de la A la Z, y ya estaba bueno de eso. La pasamos bien, habíamos tenido una gran historia y no quisimos arruinarla.
–En ocasiones, ¿sueña con sus amigos ya fallecidos?
-¿A qué te refieres? ¿A cuando estoy durmiendo?
–Claro. ¿Se le aparecen a veces en sus sueños?
-Sí, definitivamente. He soñado que todos volvemos a estar juntos. Sí. Es interesante, es como en los viejos tiempos. Ya sabes, a veces los sueños pueden hacer cosas mágicas.
En la memoria
Paul McCartney no tiene problemas en reflexionar una y otra vez acerca de su pasado. Lo hace con entusiasmo, con respuestas extensas, bien digeridas, un auténtico deleite para los fanáticos, pese a que ya cuenta casi medio siglo merodeando los mismos temas.
El mundo guarda una imagen igual de afable en una de sus últimas apariciones públicas. Cuando participó en el segmento Carpool Karaoke del espacio estadounidenseThe late late show, el conductor James Corden lo subió a su auto y lo llevó a recorrer algunos de los sitios más evocativos de Liverpool, como la calle Penny Lane o su casa de infancia: cualquiera que haya visto ese video terminó con la garganta apretada. Por esos mismos días, y como parte de la promoción de su nuevo disco,Egypt station (2018), volvió a presentarse en el club La Caverna y caminó nuevamente por el cruce de Abbey Road.
-En sus últimos proyectos, pareciera que siempre recuerda esos años previos a la fama, cuando por única vez fue una persona que llevó una vida normal y no la de un ícono. En su álbum Chaos and creation in the backyard, de 2005, en la carátula aparece una imagen de usted en su adolescencia. Y en New, de 2013, hay una canción de los comienzos de su amistad con John.
-Sí, ya sabes. Pienso que es genial recordar. Creo que es algo bueno para todo el mundo. A la mayoría de personas les gusta recordar sus infancias, las épocas en donde eran completamente inocentes. Y además, todo el que escribe en ocasiones lo hace acerca de épocas que ya no están. Es un área muy rica para escribir: tu memoria. Es bueno recordar. Cuando escribo acerca de esos momentos, me vienen muchas escenas de cuando era joven, caminando por la calle con nuestras guitarras en las espaldas. Eso era justo antes de que fuésemos famosos. También me gusta lo que pasó después, pero acordarme de esos tiempos es muy divertido. Recuerdas a tu familia cuando eras un niño y todas las cosas que tus padres hacían por ti. Tus tíos y tías, tus primos. Yo, al menos, tuve suerte de tener una buena familia.
–¿Diría que su amistad con John es algo que sucede sólo una vez en la vida?
-Probablemente.
–Pero imagino que fue difícil para usted volver a encontrar un amigo como John.
-Sí. Pero también había otros dos miembros de los Beatles: George y Ringo. Todos fuimos increíblemente afortunados. Era una combinación mágica, ¿sabes? Yo tenía a John y a George y a Ringo, pero también John tenía a Paul y a George y a Ringo, y Ringo a George, a Paul y a John. Nos teníamos el uno al otro y eso fue, en definitiva, una combinación especial.
–¿Reflexiona habitualmente acerca de uno de los grandes temas del ser humano: qué hay después de la muerte? ¿Piensa en lo que va a pasar con su legado cuando no esté?
-No pienso mucho en eso, debo decirte. Me concentro más en la vida. Es decir, sé que eso (la muerte) pasa. Nos pasa a todos, eso es seguro, pero realmente no me molesta. Cuando sea tiempo de irme, me iré.
–Mucha gente lo asocia con melodías dulces y amigables, pero olvida que usted escribió “Helter skelter”, donde están las raíces del heavy metal, y que fue el primer Beatle en acercarse a las vanguardias y los sonidos experimentales en los 60. ¿Cree que es una visión injusta?
-Sí, lo sé. Sé a lo que te refieres y está bien. La cosa es que estoy feliz con que me vinculen con las melodías. Amo eso, pero muchas personas saben que, como tú dices, tengo los dos lados. Dos, por lo menos. Tengo también ese lado muy rock and roll con el que hice cosas como “Helter skelter” u otras como “Why don’t we do it in the road?” Así que, sabes, no me importa que las personas puedan pensar eso de mí. Creo que los que menos saben de mí, más cosas piensan. Pasa lo mismo con John. Creen que John era el duro y un tanto cruel, pero podía ser bastante romántico. Y compuso muchas canciones románticas. Todos éramos personas bastante completas.
–Menciona dos canciones del Álbum blanco, de 1968. En noviembre apareció una edición de aniversario con tomas nunca publicadas y con una versión del tema “Good night” donde los cuatro cantan muy unidos. Esa etapa siempre ha sido indicada como el inicio de las turbulencias en los Beatles. ¿Realmente fue tan difícil o es sólo parte de la leyenda?
-Es que éramos tan profesionales y estábamos tan enfocados en grabar buenos álbumes que, en ocasiones, naturalmente podíamos pelear. Como cualquier familia. Incluso así nos queríamos y nos llevábamos muy bien. En ocasiones podía haber discusiones, pero seguramente tú con tu familia también las hayas tenido. Es lo normal y sucedía porque siempre queríamos grabar grandes álbumes.
El británico también sabe que en el último tiempo se ha esforzado por despachar grandes álbumes. Para explicar esa activa madurez -con recitales que rasguñan las tres horas, un sólido último disco que lo hizo conseguir su primer número uno del Billboard en 36 años y una categórica resistencia al retiro-, simplemente subraya que no intenta mantenerse vigente por necesidad. “Lo hago por placer”, aclara.
–En su disco reciente, trabaja con algunos de los más cotizados productores del pop actual. ¿Es una forma de seguir buscando nuevas rutas para su música?
-Sabes, disfruto de hacer cosas nuevas y de hacer cosas frescas. Así que, cuando se me presenta la oportunidad de trabajar con alguien a quien admiro y con el que no he trabajado antes, o de hacer una canción de forma diferente, esto me mantiene fresco. Lo hago. Mantiene mi energía fluyendo y simplemente lo disfruto. Para nada es una necesidad.
–En Egypt station hay canciones que tratan del cambio climático y de la paz en el planeta. ¿Tiene alguna opinión de lo agitado del mundo actual, con Trump en EE.UU. o el Brexit en Inglaterra?
-Sí. (Mucho de lo que pasa hoy) es estúpido. Creo que pasa como con la moda: las cosas van en ciclos. Tienes buenos tiempos, tiempos pacíficos y, eventualmente, parece que hace falta pasar por épocas más turbias. Pienso que todo vuelve como un reloj de péndulo: ya sabes, esos relojes viejos con péndulos que oscilan. Oscila de una forma y tenemos a Trump, pero eventualmente irá en algún momento hacia el otro lado. Así que estoy esperando que oscile al otro lado. Cualquier cosa es mejor que Trump.
Cuando la conversación alcanza los 20 minutos, McCartney avisa que está llegando a su destino y que sólo queda tiempo para una última pregunta rápida. No queda más que buscar el flashazo épico, el titular para la historia, la interrogante lanzada una y mil veces, pero cuya respuesta siempre resuena monumental.
–Cuando pasen 200 años, ¿cómo cree que se recordará a los Beatles? ¿Cómo los Mozart o los Beethoven del siglo XX?
-Seremos recordados como la mejor banda de todos los tiempos.
Luego de establecer su lugar en el último tramo de la historia humana, Paul se despide como un mortal más. Como lo haría cualquiera de nosotros: “Oye muchacho, me saludas a tu familia de mi parte, ¿vale?”.
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Paul McCartney: "I have dreamed that the Beatles are back together"
By Claudio Vergara
17 MAR 2019
The most influential living figure of popular music returns to Chile on Wednesday the 20th and speaks with Cult of his best memories at The Beatles, why they never wanted to meet, his vision of the current hectic world and what will happen to his Legacy when it is gone: "We will be remembered as the best band of all time".
The telephone rings. Sir Paul is calling. "Hello! This is a call from England. You were waiting for her. I'm just driving, so I hope the signal (cell phone) remains, "says the musician to contact directly with Worship, without intermediaries, greeting like a neighbor; perhaps as a way of understanding that anyone on the other side of the line battle against nerves by facing for a few minutes not only one of the most influential musicians of all time, but also one of the most significant characters of the twentieth century.
But English is not only a hero tied to the past. The man who wrote "Yesterday" years ago came the time to bring yesterday to his adult days. After the murder of John Lennon in 1980 and the death of George Harrison about two decades later, in 2001, the new millennium paired Paul and Ringo as the only survivors capable of telling and preserving The Beatles' story. Although under one difference: McCartney was there from the Big Bang of the set in Liverpool and became the other half of the creative duo that gave life to the fundamental part of his discography.
For this reason, in recent years he has set up global tours in which he travels through almost all the episodes of the Fab Four, from his beginnings drenched in amphetamines in Hamburg, to the take off of his suit and tie in London, the planetary ecstasy of Beatlemania , the hallucinogenic trances, the trauma of the rupture, and even the days when life separated them forever, with tribute senses to their two comrades already deceased.
That's what the Freshen up tour, started last year, is about, and it resumes its route on Wednesday the 20th at the National Stadium, on its fourth visit after 1993, 2011 and the 2014 double at the Movistar Arena. At age 76, already in the last stretch of his existence, Macca wants to extend his inheritance in all possible latitudes. "Every time we've been to Santiago, everyone has enjoyed it a lot. We always had a great time: the team, my band and me. So it's always been fabulous, the Chilean fans are fantastic and I hope to have a party with them, "he promises.
In his last recitals, Paul plays an average of 40 songs. There are the successes of his seventies band Wings, the odd bit of his life alone, but then the inevitable appears. Half of his repertoire revolves around his years in The Beatles, with some songs that played many times in the first half of the 60, such as "Love me do", "A hard day's night", "All my loving" or "From me to you"; but the overwhelming majority are those that never came to sing in front of an audience, as an effect of their goodbye to the tours in 1966 before the debauchery of their followers, as "Eleanor Rigby", "Back in the USSR", "Let it be "," Lady Madonna "," Helter skelter "and surprisingly some that are 100% Lennon's work, like" Being for the benefit of Mr. Kite! ".
- What do you feel when you sing songs that you could never perform live with John, George and Ringo? -It's great, for the simple reason that that's why we did it, because I realized that we had never played live before. We just wrote them, we recorded them, but we could never show them on a stage. I think it's good to do it. It's a bit scary, because some are a bit difficult. "Mr. Kite ", for example, is very difficult to sing and play the bass at the same time. So for a while I thought: 'No, I'm not going to do it, who needs to get into so much trouble?' But then I said to myself: 'You know what? It is a challenge'. So I tried to learn them and I managed to do it. I find it exciting to do it now, just because I never played with the Beatles. It is fun. -When you look at your story in the group, was your big pain maybe not having done more shows to play these songs? -No, not really, because we play so many songs together. It was great and equally with my band now we only played some of those songs. There's another million that I never played with the Beatles. But I just think of all the good times we played together, in so many songs that we did over the years. I remember those moments. I do not worry about the topics that we do not touch.
-The end of January was the 50th anniversary of the legendary concert on the roof of the Apple building. Did they think at that moment that they would never be together on stage again? -No not really. We did not realize it was the last time. We also do not think that it would become such an iconic show. Precisely because we also thought of hundreds of crazy ideas to play: we wanted to be in the ocean, in the middle of nowhere, or we also thought of an amphitheater in Morocco. We had thousands of ideas, but nobody liked them. They all seemed very difficult. So at the end we said: 'We're going to ride on a roof to play'. And the simplest idea became the most iconic. It's what many have copied since then. I have very good memories of that show, because they are finally memories of the Beatles. Every time we were together, something special was generated, and it was not a long time, but it was quite intense. We were in Hamburg, Liverpool, England, Europe, United States. So being on the roof was great, because when I look at the recording it is very difficult for us to break as a band. We still played amazing. We responded to the other's instruments. It was a very special moment and that's why it looks so good. -In the 70s they continued to see each other. You visited John several times in his apartment in New York and he played with Ringo on his 1973 self-titled album. Was there any concrete opportunity for you to come back as a group? -Do not. We received many offers, but once we parted, we said: 'It's better that we do not try to do this again. It's better if we leave it like that. ' So we agreed to follow that philosophy, that's what we did.
-If John and George were still here, do you think the Beatles had joined together in adulthood? -You know, the only time we met was for "Free as a bird", when we took the demos of John's cassettes and did a song together (N. de la R .: a song recorded in the 90s by the three of us Beatles survivors with old Lennon tapes). It was great. That was the kind of 'meeting' in the study that we had come together from the beginning: to do that kind of thing. And then we also recorded "Real Love". But that was the closest we got to being back. There were people who offered us a million dollars and more for playing once, but we never wanted to do it. We composed so many songs, from A to Z, and I was good at that. We had a good time, we had a great story and we did not want to ruin it. - Sometimes, do you dream about your friends who have already passed away? -What do you mean? When I'm sleeping? -Clear. Do you sometimes appear in your dreams? -Yes, definitely. I have dreamed that we are all together again. Yes. It's interesting, it's like in the old days. You know, sometimes dreams can do magical things. In memory of
Paul McCartney has no problems in reflecting again and again about his past. He does it with enthusiasm, with extensive answers, well digested, a real delight for fans, despite the fact that he already has almost half a century hanging around the same issues.
The world keeps an equally affable image in one of his last public appearances. When he participated in the Carpool Karaoke segment of the American space The late late show, the conductor James Corden took him to his car and took him to visit some of Liverpool's most evocative sites, such as Penny Lane or his childhood home: any I've seen that video ended with my throat tight. For those same days, and as part of the promotion of his new album, Egypt station (2018), he returned to appear at the club La Caverna and walked again through the intersection of Abbey Road.
-In his last projects, it seems that he always remembers those years previous to fame, when for the only time he was a person who led a normal life and not that of an icon. In his album Chaos and creation in the backyard, of 2005, on the cover appears an image of you as a teenager. And in New, 2013, there is a song from the beginning of his friendship with John.
-Yes, you know. I think it's great to remember. I think it's a good thing for everyone. Most people like to remember their childhoods, times when they were completely innocent. And in addition, everyone who writes on occasions does so about times that are no longer there. It is a very rich area to write: your memory. It is good to remember. When I write about those moments, many scenes come to me from when I was young, walking down the street with our guitars on our backs. That was right before we were famous. I also like what happened next, but remembering those times is fun. Remember your family when you were a child and all the things your parents did for you. Your uncles and aunts, your cousins. I, at least, was lucky to have a good family.
- Would you say that your friendship with John is something that happens only once in your life?
-Probably.
-But I guess it was hard for you to find a friend like John again.
-Yes. But there were also two other members of the Beatles: George and Ringo. We were all incredibly lucky. It was a magical combination, you know? I had John and George and Ringo, but also John had Paul and George and Ringo, and Ringo had George, Paul and John. We had each other and that was, in short, a special combination.
-Reflect habitually about one of the great themes of the human being: what is after death? Do you think about what will happen to your legacy when you are not there?
-I do not think much about that, I must tell you. I focus more on life. I mean, I know that (death) happens. It happens to everyone, that's for sure, but it does not really bother me. When it's time to leave, I'll leave.
-Many people associate it with sweet and friendly melodies, but forget that you wrote "Helter skelter", where the roots of heavy metal are, and who was the first Beatle to approach the avant-garde and experimental sounds in the 60s. What is an unfair vision?
-Yes I know. I know what you mean and it's fine. The thing is, I'm happy that they link me to the melodies. I love that, but many people know that, as you say, I have both sides. Two, at least. I also have that very rock and roll side with which I did things like "Helter skelter" or others like "Why do not we do it in the road?" So, you know, I do not care if people can think that about me . I think the ones that know less about me, the more they think. The same goes for John. They think that John was tough and somewhat cruel, but it could be quite romantic. And he composed many romantic songs. We were all quite complete people.
-Menciona two songs of the white album, 1968. In November appeared an anniversary edition with shots never published and a version of the theme "Good night" where the four sing very close. That stage has always been indicated as the beginning of the turbulence in the Beatles. Was it really that difficult or is it just part of the legend?
- We were so professional and we were so focused on recording good albums that, oftentimes, we could naturally fight. Like any family. Even so we loved each other and we got along very well. Sometimes there could be arguments, but surely you and your family have also had them. It's normal and it happened because we always wanted to record great albums.
The British also knows that in the last time he has made an effort to send out great albums. To explain that active maturity - with recitals that scratch the three hours, a solid last album that made him get his first Billboard number in 36 years and a categorical resistance to retirement - he simply emphasizes that he does not try to keep in force out of necessity. "I do it for pleasure," he clarifies.
-In his recent album, he works with some of the most sought-after producers of pop today. Is it a way to keep looking for new routes for your music?
-You know, I enjoy doing new things and doing cool things. So, when I get the opportunity to work with someone I admire and with whom I have not worked before, or to make a song in a different way, this keeps me cool. I do. It keeps my energy flowing and I just enjoy it. It is not a necessity at all.
-In Egypt station there are songs that deal with climate change and peace on the planet. Do you have any opinion of the hectic of today's world, with Trump in the US? or the Brexit in England?
-Yes. (Much of what happens today) is stupid. I think it happens as with fashion: things go in cycles. You have good times, peaceful times and, eventually, it seems that you have to go through more murky times. I think it all comes back like a pendulum clock: you know, those old clocks with pendulums that oscillate. It oscillates in one way and we have Trump, but eventually it will eventually go to the other side. So I'm waiting for it to swing to the other side. Anything is better than Trump.
When the conversation reaches 20 minutes, McCartney warns that he is arriving at his destination and that there is only time left for one last quick question. All that remains is to search for the epic flashazo, the headline for the story, the question thrown a thousand times, but whose answer always resonates monumentally.
-When 200 years go by, how do you think the Beatles will be remembered? How Mozart or the Beethoven of the twentieth century?
-We will be remembered as the best band of all time.
After establishing his place in the last section of human history, Paul says goodbye as another mortal. As any of us would: "Hey boy, you say hello to your family from me, okay?"
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